Este dron flexible se enrolla y baja en si mismo
Este dron flexible se enrolla y baja
Este monocóptero se inspira en las semillas del arce y vuela girando sobre sí mismo. Fabricado con madera de balsa y un solo motor, es barato de producir, y su única ala se puede enrollar para guardarlo en un pequeño maletín.
He aquí un dron con una forma bastante singular, inspirada en la naturaleza. Llamado F-SAM, el dispositivo fue creado por investigadores de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur, que publicaron los detalles de su dispositivo en la revista Bioinspiration & Biomimetics.
Formado por una caja electrónica conectada a una sola ala con un único rotor, este dron ha sido diseñado para volar como las samaras, las semillas de ciertos árboles como el arce, que giran para ser dispersadas mejor por el viento. Por ello, su forma de volar es muy diferente a la de otros drones, ya que todo el aparato gira sobre sí mismo, con la batería y los circuitos electrónicos en el centro. El rotor está situado en la punta del ala y, por tanto, gira alrededor del resto de la aeronave.
Un dispositivo ligero y barato de producir
Al igual que las semillas que inspiraron su diseño, la aeronave podrá aterrizar en tierra sin sufrir daños en caso de avería. El motor está orientado horizontalmente, por lo que sirve para acelerar la rotación con el fin de aumentar la altitud. También es posible dirigir la aeronave con pulsos cortos cuando el rotor está alineado con la dirección deseada. Otra característica especial es que el ala es plegable y se puede enrollar completamente para poder guardar el dron en un pequeño estuche.
El dispositivo pesa sólo 69 gramos, y el 40% del peso está dedicado a la batería. El ala está hecha de madera de balsa, un material ligero y rígido que mejora la estabilidad del dron. Se ha laminado con plástico para añadirle flexibilidad y poder doblarlo. El prototipo desarrollado por los investigadores tiene una autonomía de 16 minutos y puede fabricarse a bajo coste.
Un dron silencioso y camuflable
Debido a su movimiento giratorio, el dron no es apto para la fotografía aérea, pero los investigadores han imaginado muchos otros usos, por ejemplo con Lidar para escaneos 3D o sensores de profundidad L para vigilar el clima. El F-SAM es muy silencioso y puede camuflarse fácilmente, lo que permitiría utilizarlo en misiones de reconocimiento.
Los investigadores están trabajando en otros drones de una sola ala, como el F-SAM, que serían adecuados para misiones como la vigilancia de los bosques. La aeronave aterrizaría en la cubierta y el ala podría cubrirse con un colector solar para alimentar otros sensores durante años. También podría acompañar a las radiosondas, estaciones meteorológicas acopladas a globos de hidrógeno. Cuando el globo estalla, los sensores caen al suelo y se pierden. Este tipo de avión no tripulado podría devolverlos a la tierra y reducir así los costes al evitar la compra de nuevos sensores y la contaminación que provocan los aparatos abandonados en la naturaleza.