El MIT desarrolla un dedo robótico capaz de detectar objetos enterrados

El MIT desarrolla un dedo robótico capaz de detectar objetos enterrados

Investigadores del MIT han desarrollado un nuevo y delgado dedo robótico diseñado para detectar objetos enterrados. La tecnología utiliza la detección táctil para identificar objetos bajo tierra, y los investigadores creen que algún día podría utilizarse para ayudar a desarmar minas terrestres e inspeccionar cables enterrados. Los investigadores afirman que es muy difícil identificar objetos enterrados en materiales granulares como la arena.

Identificar objetos en material granular con un robot requiere dedos lo suficientemente finos como para penetrar en la arena, lo suficientemente móviles como para salirse del material que está buscando y lo suficientemente sensibles como para sentir la forma detallada del objeto enterrado. El dedo robótico de punta afilada que ha desarrollado el MIT está dotado de sensores táctiles que le permiten identificar objetos enterrados, y se llama Digger Finger.

En las pruebas, Digger Finger puede excavar a través de material granular como la arena o el arroz y percibir correctamente la forma de los objetos enterrados dentro del material. Intentar identificar objetos enterrados en un material granular como la arena, la grava y otros tipos de partículas poco compactas no es un reto nuevo. En el pasado, los investigadores han utilizado tecnologías como el radar de penetración en el suelo o las vibraciones ultrasónicas para detectar objetos enterrados bajo material granular.

Estas técnicas proporcionan una visión borrosa de los objetos sumergidos, lo que dificulta la diferenciación de los materiales, por ejemplo, para distinguir entre roca y hueso. El equipo tuvo que diseñar el dedo robótico para que fuera delgado y de punta afilada. En trabajos anteriores, el equipo había utilizado un sensor hecho de un gel transparente cubierto con una membrana reflectante que podía deformarse cuando se presionaban objetos contra él, llamado GelSight. Detrás de la membrana había luces LED de diferentes colores y una cámara.

La luz brilla a través del gel y sobre la membrana mientras la cámara recogía el patrón de reflexión de la membrana. A continuación, se extraen algoritmos de visión por ordenador a través de la forma de la zona de contacto donde el dedo blando toca el objeto. El dispositivo era muy bueno para el tacto artificial, pero era muy voluminoso. En la última investigación se modificó el sensor GelSight cambiando su forma a un cilindro delgado con una punta biselada.

A continuación, eliminaron dos tercios de las luces LED, recurriendo a una combinación de LED azules y pintura fluorescente de colores para ahorrar complejidad y espacio. El resultado fue el sensor Digger Finger, muy funcional y capaz. Actualmente, los investigadores están explorando nuevos movimientos para optimizar la capacidad del Digger Finger de navegar por diversos medios.

Enlace al proyecto.

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