El material metálico plegable que podría revolucionar la robótica

Cuando se trata de dispositivos robóticos de cuerpo blando, hay unos que son blandos como el caucho, o que se doblan como el origami. Este último podría ser pronto mucho más ligero, resistente y capaz, gracias a un material metálico plegable conductor de electricidad.

La robótica blanda de estilo origami está hecha típicamente de hojas plegadas de plástico o papel. Para que funcionen electrónicamente, hay que añadir sensores y circuitos a su superficie, haciéndolos más voluminosos, más pesados y menos flexibles.

Desarrollado por científicos de la Universidad Nacional de Singapur, el nuevo material comienza con papel, que se dobla en una estructura que se expande y se contrae, a diferencia del fuelle de un acordeón. Esta estructura se empapa en una solución de óxido de grafeno, se sumerge en una solución de iones de platino (también se puede utilizar oro o plata), se quema en gas argón a una temperatura de 800 ºC  y luego se quema en el aire a 500 ºC.

Este proceso da como resultado un material compuesto de un 70 por ciento de platino y un 30 por ciento de carbono amorfo (cenizas, en otras palabras). En un paso final, ese material es empapado en una solución de elastómero, con el fin de estabilizarlo.

El producto acabado es plegable, extensible y flexible, con un espesor de sólo 90 micrómetros. Se dice que sólo pesa la mitad de lo que pesa el papel, pero a diferencia del papel o el plástico, es eléctricamente conductor.

Además, puede soportar temperaturas de hasta 800 ºC hasta cinco minutos sin quemarse, además de generar calor en respuesta a una corriente eléctrica aplicada. Estas propiedades podrían permitir a los robots con una «columna vertebral» hecha del material operar en condiciones peligrosas, y descongelarse a sí mismos cuando sea necesario.

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Los experimentos también han demostrado que el material es capaz de detectar la tensión mecánica, y debido a que actúa como su propia antena, permite a los robots comunicarse de forma inalámbrica entre sí o con un operador humano.

Los científicos están estudiando el uso de metales menos costosos como el cobre, y están explorando formas de permitir que el material almacene energía, por lo que no se necesitaría una batería separada. Se espera que el material pueda ser utilizado en aplicaciones tales como robots de búsqueda y rescate, o en dispositivos protésicos ligeros.

Recientemente se publicó en la revista Science Robotics un artículo sobre la investigación, dirigido por el profesor adjunto Chen Po-Yen.

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